En el marco de un proceso revolucionario internacional
conocido como “Revolución Industrial”, en EE.UU en 1886, en la ciudad de
Chicago, unos obreros reclamaban-entre
otras cosas-la reducción de la jornada de trabajo y mejoras en su condición. La
policía reprimió duramente y hubo muertos y heridos. En mayo de ese año, 4
obreros fueron ahorcados por ser considerados “culpables” de las protestas.
En conmemoración de ese hecho cruel e injusto, el 1° de mayo
fue declarado internacionalmente el “Día de los Trabajadores” y hasta nuestros
días es un emblema al esfuerzo, dedicación y también lucha de la clase obrera.
Después de tantas movidas y de haber conseguido tantas
reivindicaciones, hoy, ya entrado el siglo XXI, encontramos que en el mundo los
derechos de los trabajadores parecen desvanecerse frente a problemas
globalizados como la desocupación, la legislación en contra de los derechos
conseguidos y el avance del capitalismo feroz que socaba la dignidad obrera.
¿Será este siglo el testigo silencioso de nuevas formas de
opresión? Será que todo el sacrificio, las luchas obreras y las muertes de
siglos pasados fueron en vano?
Ojalá que no… ojalá alguna vez las masas trabajadoras, las
gentes del “pueblo que trabaja” se junten y aúnen su voces en un grito de
justicia, libertad y un mundo mejor. Para todos.